La importancia del rol de la mujer indígena frente al cambio climático
Por: Rebeca Cabezas
“Las mujeres somos las protectoras del bosque. Para combatir el cambio climático tenemos que reforestar los cerros con especies nativas que crecen en nuestra selva.”
Hilda Pérez Mancori, Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú ONAMIAP
“Aún no hay motivos suficientes para celebrar, pero queremos recordar a cada una de las mujeres que transmiten sabiduría y velan por la soberanía de los alimentos en sus territorios, territorios que son la garantía para la vida en el planeta.”
Nery Zapata, líder indígena nacional del Pueblo Yine
«Asegurar los derechos de los pueblos indígenas, y en particular de las mujeres indígenas, es crucial para el éxito de la labor de conservación.»
Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial de los Pueblos Indígenas para Naciones Unidas
La cuenca del río Amazonas está en riesgo de sufrir pérdidas de bosques húmedos tropicales como consecuencia de la transición climática acelerada hacia condiciones más secas y que impiden el restablecimiento de los bosques. De acuerdo al Quinto Informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) publicado en 2014, el punto de inflexión del fenómeno ocurriría cuando la temperatura del globo se incremente de 3°C-5°C, y los pueblos indígenas, en especial las mujeres indígenas , serán quienes sufran los mayores impactos de la crisis climática, ya que sus medios de subsistencia tradicionales perderán sus características físicas y biológicas especiales .
La población indígena representa el 5% de la población mundial, aproximadamente 370 millones de personas, y el 50% de ese total son mujeres. En Perú hay más de 330 000 indígenas amazónicos, 48% son mujeres, y ocupan el 30% de los bosques húmedos. Bajo el contexto de crisis climática y la urgencia por gestionar sosteniblemente los bosques, los saberes ancestrales basados en la experimentación tipo ensayo-error para la innovación, adaptación y organización de los territorios indígenas , convierten a estos actores en agentes claves de cambio en este escenario. Sin embargo, no es posible reconocer el rol primordial de las poblaciones indígenas en la gestión del territorio y la adaptación al cambio climático, sin considerar la reducción de las brechas de desigualdad indígena (hombres – mujeres) para una efectiva participación como agentes de cambio.
Al respecto, las desigualdades de género en el país recientemente fueron exploradas en dos estudios hechos por INEI y la mesa de género de cooperación internacional , estos evidencian (usando el Índice de desigualdad de género – IDG) una brecha grande entre las mujeres y hombres adultos mayores con lengua nativa, alcanzando las primeras 28,6% en comparación del 6,9% que alcanzan los hombres. Esto se refleja en las limitaciones que tienen las mujeres indígenas para acceder a los recursos económicos productivos; dependencia del agua, leña, cultivos y otros recursos naturales para proveer a sus familias; menor acceso a créditos, capital y trabajo; altos niveles de analfabetismo, menores niveles de escolaridad, de información y capacitación; poca autonomía y reducido acceso a la toma de decisiones en la vida comunal. Sumado a ello, pocas mujeres cuentan con tierras y éstas son de extensiones menores o de baja calidad, y sólo 20,3% del total de unidades agropecuarias son dirigidas por mujeres; peor aún, solo el 4,7% tienen título de propiedad. Esto último cobra importancia cuando caemos en cuenta que las mujeres son las que cultivan en gran parte los alimentos del globo. Según reportes de las Naciones Unidas, si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres, el número de personas con hambre en el mundo podría ser reducido en hasta 150 millones .
El Perú ha dado grandes pasos por mejorar la situación y posición de la mujer indígena, ha generado nuevos instrumentos de gestión en el sector ambiente, en respuesta a los convenios, acuerdos y declaraciones que histórica e internacionalmente hemos suscrito , y se ha incorporado el enfoque género como eje transversal a toda política pública; algunos ejemplos de ello son: Contribución Prevista y Determinada a Nivel Nacional (iNDC, por sus siglas en inglés); el Plan de Acción en Género y Cambio Climático (PAGCC-Perú); Estrategia Nacional ante el Cambio Climático (ENCC); Plan Nacional de Igualdad de Género (PLANIG 2012-2017); Política Nacional Forestal (en construcción).
Aun cuando la suscripción de convenios internacionales y la adopción de compromisos para formular estrategias de adaptación y mitigación ante el cambio climático en el Perú, es reciente y no es posible observar un impacto sobresaliente en la vida de las mujeres, sobre todo las mujeres indígenas, la inclusión de un enfoque de género e interculturalidad en las Políticas de Estado y el debate generado alrededor están sentando las bases para integrarnos a una sociedad igualitaria, aunque el camino sea largo y el verdadero reto empieza en casa de cada uno de los peruanos y peruanas.
A pesar de ello, nuestra percepción es que en gran parte de la estadística sobre la desigualdad de género o la omisión que se ha hecho de ésta para la incidencia de Políticas de Estado en los diferentes sectores, los pensamientos patriarcales aún están institucionalizados y tienen eco en sociedades como la nuestra por cierto, menos remarcada en los últimos años , donde aún son minimizadas las desigualdades de género, considerando los problemas de las mujeres como un tema personal o individual o sin importancia, y cuyas implicaciones sociales, políticas, económicas y ambientales no son visibilizadas.
Esta percepción cobró más fuerza hace algunos meses, en el primer taller regional para la construcción de la Política Nacional Forestal, donde: un funcionario del municipio de Maynas tildó de “temita” al enfoque de género que era explicado por la representante del Servicio Forestal para la Fauna Silvestre, SERFOR, como Política de Estado también transversal al sector forestal. El funcionario interrumpió la exposición señalando que estaba de acuerdo con una política nacional forestal pero que el “temita” de género debería ser dejado de lado por ser muy politizado.
En esa línea, es innegable que las brechas de género en la Amazonía no son un “temita”, pues alrededor del mundo se puede observar que, en aquellos países con una mayor brecha de género, en caso de desastres climáticos, las mujeres son las más afectadas. Es el caso de las mujeres indígenas, cuyos factores de pobreza están ligados a la industria extractiva, el cambio de uso del territorio y la disminución de sus fuentes de consumo, los saberes ancestrales para el manejo sostenible de sus recursos y sus recursos para adaptarse a los cambios climáticos también se ven amenazados. De esa manera, la implementación de un enfoque de género y de interculturalidad sigue siendo un reto no solo a nivel de los tomadores de decisiones en el gobierno, sino de cada peruano y peruana en el reconocimiento de los privilegios que tienen los hombres respecto de las mujeres, y de éstos, respecto de los hombres y mujeres indígenas.
Desde CEDIA, el trabajo de la mano con las mujeres, jóvenes y adultas, es un eje transversal a todas nuestras líneas de acción. En la Comunidad Nativa Matsés, la reciente implementación de la actividad turística “Tambos Matsés” ha logrado capacitar a más de 20 mujeres jóvenes, quienes, a pesar de sus compromisos y roles convenidos con el hogar, la chacra, la educación de los hijos, rotan entre sí para dar soporte a los jóvenes de su asociación juvenil en la atención de los turistas que han visitado su albergue.
En tanto, las mujeres Capanahua en la cuenca de los ríos Tapiche y Blanco, en la Provincia de Requena, las mujeres Ashánikas y Machiguengas en el Valle del Río Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) y en la cuenca Alta y Baja del Río Urubamba, han participado decisivamente en la construcción de sus Planes de Vida, agendando y priorizando la seguridad del territorio comunal, el cuidado de los recursos naturales y los temas educativos y de salud, por encima de componentes extractivos y monetarios.
En el manejo pesquero y emprendimientos acuícolas, las mujeres han encontrado nuevos espacios para mejorar su estatus en el seno comunal, ellas participan, en los comités de monitoreo y vigilancia de acuerdos, como registradoras de peces, como proveedoras de alimento para los peces criados en estanques, vigilantes del buen estado de conservación de las infraestructuras pesqueras, entre otros.
En tanto, en la gestión de las áreas protegidas y del establecimiento de las Áreas de Conservación Regional, la participación femenina ha sido menor, sin embargo, con el tiempo, y con mayor fortalecimiento de capacidades, serán aliadas claves de estos espacios que albergan ecosistemas únicos y representativos para la región amazónica.
Es el compromiso de CEDIA seguir en esta ruta y, a través de nuestras actividades, contribuir a reducir las desigualdades de género y aumentar la resiliencia de las mujeres indígenas frente a grandes amenazas como el cambio climático.
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1 Ministerio del Ambiente, 2016: “Plan de Acción en Género y Cambio Climático”. Recuperado de: http://www.minam.gob.pe/cambioclimatico/wp-content/uploads/sites/11/2015/12/PLAN-G%C3%A9nero-y-CC-16-de-JunioMINAM+MIMP.pdf.
2 “Bajemos la Temperatura: ¿Cómo hacer frente a la nueva realidad climática?”. Resumen Regional preparado para el Banco Mundial por el Instituto de Potsdam para la Investigación del Cambio Climático. Publicado en noviembre de 2014 por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el Banco Mundial.
3 USAID, 2013: “Saberes ancestrales de hombres y mujeres indígenas de la Amazonía peruana sobre indicadores climáticos: un aporte para enfrentar los retos de la crisis climática.” Recuperado de: http://www.aider.com.pe/publicaciones/Saberes-Ancestrales-sobre-Indicadores-Climaticos.pdf.
4 Brechas de Género, 2001-2013: Avances hacia la igualdad de mujeres y hombres”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI; y, “¿Qué cambió para las mujeres en el Perú? Informe de seguimiento a los compromisos adquiridos en la Plataforma de Acción de Beijing-Perú+15 , elaborado por la Mesa de Género de Cooperación Internacional – MESAGEN en 2011.
5 http://www.un.org/sustainabledevelopment/
6 a) Asamblea General de Naciones Unidas declara este año como el Año Internacional de la Mujer y se realiza la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, 1975 México, b) Carta de los derechos humanos de la mujer, 1980 Copenhague, c) Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz, 1985 Nairobi, d) Conferencia Mundial de la Mujer, 1995 Beijing, e) Objetivos del Desarrollo del Milenio, año 2000, f) Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2007, g) Comisión 2012. La 56 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer tuvo lugar en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York desde el 27 de febrero al 9 de marzo de 2012. La sesión de clausura tuvo lugar el 15 de marzo de 2012. Esta sesión estuvo enfocada en las áreas temáticas de: Tema Prioritario: El empoderamiento de las mujeres rurales y su rol en la erradicación de la pobreza y el hambre, el desarrollo y los desafíos actuales.