En el mes de los pueblos indígenas recordemos la larga lucha del pueblo Matsés en la defensa de su territorio
Por:
Lelis Rivera
El 9 de agosto fue declarado en 1993 como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. En nuestro país, dicho mes ha sido declarado como el mes de los pueblos indígenas. Esta fecha conmemorativa nació del reconocimiento de que los pueblos indígenas han vivido por siglos en una situación de exclusión y desamparo institucional, así como del reconocimiento de sus luchas incansables por la defensa de sus territorios y cultura.
En este mes tan importante quisiera hacer una reflexión al respecto, contándoles de forma resumida la lucha del pueblo Matsés -antes llamados Mayoruna- que concluyó con la titulación del territorio colectivo más grande del Perú y la Declaración de la Reserva Nacional Matsés que el pasado 26 de agosto cumplió 8 años de existencia.
Desde la Declaración de Río en 1992, no han cambiado sustancialmente las cosas en el mundo y lo que se ha confirmado es que en algunos estados más que en otros, los indígenas siguen en su inquebrantable lucha por la legalización de sus territorios, ante la imparable arremetida de las actividades extractivas legales o ilegales, pero igualmente dañinas para el planeta.
Un ejemplo que demuestra la persistente lucha de los pueblos indígenas por exigir al Estado sus derechos territoriales en un escenario de relativa estabilidad legal, fue el proceso de Reconocimiento y Titulación de la Comunidad Nativa Matsés. Esta historia comienza en el año 1973, cuando el Estado crea la Reserva Nativa Mayoruna de 344,687.50 ha., luego del desafortunado incidente ocurrido durante el primer gobierno de Belaunde, en el que la Fuerza Aérea Peruana atacara asentamientos Matsés, provocado por el interés de colonos y madereros que quisieron despojar de sus tierras y recursos al pueblo Mayoruna, para lo que buscaron con argucias el apoyo del Estado.
Veinte años después, en 1993, el PETT, Ente Rector de titulaciones creado recientemente, ingresó al territorio Matsés reconociendo cada asentamiento como una comunidad nativa y calculando la extensión de su territorio en base a malas practicas de titulación (utilizando la relación tierra – hombre), para otorgar no más de 30,000 ha. a los 9 anexos existentes en ese entonces. Esta actitud de un novato Ente Rector, sin memoria institucional y con poca voluntad para adaptarse de forma creativa a la realidad de este pueblo, fue rechazada por el pueblo Matsés, quienes lo percibieron como una clara amenaza para la reducción de su territorio.
Es entonces que a pedido de los líderes Matsés, el Centro para el Desarrollo del Indígena Amazónico (CEDIA) interviene en este proceso, haciendo notar a las autoridades de la Dirección Regional de Agricultura (DRA) de Loreto este despropósito. En respuesta a ello realizan, con el apoyo del Antropólogo Luis Calixto Méndez, un estudio que fue presentado a la DRA, motivando la anulación de las 9 Resoluciones que reconocía los 9 asentamientos y que los reconozca como una sola comunidad Matsés. Se demarcaron 722,000 ha. para la titulación de la comunidad, de acuerdo a los usos declarados por el pueblo Matsés, pero una comunidad nativa con esta extensión, representaba una situación absolutamente inédita para el Estado Peruano. Luego de un proceso de negociación entre los representantes de la comunidad y de la DRA, en menos de 6 meses (junio del 1993) se tituló la Comunidad Nativa Matsés con 452,735 ha, siendo hasta ahora la comunidad nativa de mayor extensión en nuestro país.
El Jefe Matsés de ese entonces, Juaquín Pëmën Necca, propuso al Director Regional, que el territorio no titulado sea conservado como Reserva Comunal para proteger la zona de reproducción de animales de caza de los cuales dependen y siempre han dependido, desde sus ancestros. CEDIA emprende entonces un nuevo compromiso que se inicia en 1994, luego de la entrega oficial del título de propiedad de la Comunidad Nativa Matsés, que consistió en trabajar, junto con ellos, para lograr el establecimiento de esta Reserva. El Expediente Técnico de la Reserva Comunal Matsés fue concluido en 1996, en el marco de una alianza estratégica con la DRA Loreto. Para inicio de 1998, en un proceso supervisado por el entonces INRENA de Loreto, este expediente fue enviado a Lima para su declaración.
Después de cuatro años, en el 2002, INRENA no emitió ninguna opinión sobre el expediente técnico de la Reserva Comunal Matsés; sin embargo, gracias a una queja emitida desde CEDIA hacia la Defensoría del Pueblo hizo que ésta tomara cartas en el asunto y que el expediente, junto a otros, aparecieran antes de terminar ese año. El expediente contaba con un informe técnico positivo con 2 recomendaciones: la realización de una visita de inspección y la necesidad de aumentar información biológica.
Para el año 2003, CEDIA estableció una alianza con el Field Museum de Chicago -aliado para levantar la observación más importante- y en octubre de ese mismo año, se hizo un sobrevuelo para planificar el inventario Bilógico y Social Rápido, el cual finalmente se realizó en mayo del 2004. Un año después, se levantaron todas las observaciones; sin embargo, el área de la propuesta original había disminuido, ya que el extremo sur de la propuesta se excluyó para formar parte de lo que hoy es el Parque Nacional Sierra del Divisor. En el año 2006, CEDIA y la comunidad, tuvieron que iniciar una demanda en contra de INRENA por haber entregado dos concesiones de reforestación comprometiendo casi 100,000 ha. de bosque prístino al interior de la propuesta de Reserva Comunal a particulares; ese mismo año con ayuda de la prensa se logra anular esas concesiones, declaradas ilegales.
Posteriormente, en el año 2007 el Estado entregó tres concesiones petroleras sobre el territorio Matsés ya titulado y sobre la Propuesta de la RC Matsés. Frente a ello la Comunidad tomó la decisión de no permitir esta actividad en su territorio y tampoco en el área de la propuesta de RC. Luego, en el año 2009, después de los sucesos ocurridos en Bagua, las condiciones de la relación entre el Gobierno de Alan García y los pueblos indígenas estuvieron en el peor nivel de la historia a consecuencia de la pretendida implementación normativa de su llamada “Política del Perro del Hortelano”. Fue en ese contexto que el Ministro del Ambiente, Dr. Antonio Brack, que había seguido la historia de estos procesos llenos de obstáculos, consultó formalmente a través de SERNAP y CEDIA a la Comunidad Nativa Matsés, en junio del 2009, la posibilidad de que la propuesta de Reserva Comunal, cambie de categoría a Reserva Nacional con la finalidad de poner en protección definitiva esta zona de bosques Prístinos.
El 13 de Julio del 2009 la Comunidad entregó el Oficio Nº 018-2009-CNM al SERNANP, con la aprobación del cambio de categoría después de haber sido consultada en los 13 anexos de la comunidad. Con esta documentación oficial, el 26 de agosto del 2009 se firma el DS 014-2009-MINAM, estableciendo oficialmente la Reserva Nacional Matsés.
Hoy en la zona, no existe ningún lote petrolero, ni otro tipo de concesiones superpuestas a la Reserva Nacional Matsés. Además, el Estado, representado por el SERNANP, y la Comunidad Nativa Matsés han establecido una importante alianza estratégica mediante la cual acaban de concluir en un proceso ejemplarmente participativo: la actualización de su segundo Plan Maestro en el que se ha incluido la protección de los Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial, recogiendo información oficial del Ministerio de Cultura y la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente-ORPIO. Dicho informe muestra evidencias claras de la presencia de Indígenas en aislamiento y contacto inicial que ocupan territorios compartidos entre la Comunidad Nativa Matsés y la Reserva Nacional Matsés.
¿Qué han ganado el país y el planeta con esta historia? Los Matsés se han convertido a lo largo de este proceso, en verdaderos guardianes de su territorio y han hecho valer su deseo de gestionarlo directa e indirectamente, manteniendo bosques primarios bien conservados en más de 930,000 ha. (Comunidad Nativa Matsés y Reserva nacional Matsés), para librarlo de las amenazas de la deforestación y/o contaminación ambiental. La Reserva Nacional Matsés, es una fuente de recursos muy importante en la actualidad, ya no sólo para los Matsés, sino también para otros pueblos de su entorno. Además, el alcance de sus beneficios llega mucho más allá, con importantes servicios ecosistémicos para la población mundial, beneficios que deberían ser recompensados.
La heroica persistencia de la lucha del pueblo Matsés por conservar sus territorios ancestrales, es sólo uno de los tantos ejemplos que debemos reconocer en el mes de los pueblos indígenas y nos invita a cuestionarnos sobre nuestro aporte en la sostenibilidad de nuestro planeta.