Publicado 23/09/2019
La Convención. “Estamos enriqueciendo las capacidades de todos los jefes para poder fortalecer nuestra autonomía, el autogobierno y el liderazgo”, manifiesta Virgilio Pizarro, presidente de la Organización Asháninka y Machiguenga del Río Apurímac (OARA) que defiende los intereses de 29 comunidades nativas ubicadas en la zona denominada VRA, participó durante las dos ultimas semanas, de importantes talleres para fortalecer su organización y plantear acciones para alcanzar el desarrollo integral sostenible que anhela.
Una de las principales preocupaciones de OARA es la seguridad de sus territorios, así como el ejercicio pleno de sus derechos “los gobiernos decretan leyes o normas que no nos benefician como pueblos indígenas y nos limitan nuestra territorialidad. Queremos retomar para que los gobiernos de turno nos entiendan, que sepan quiénes somos, […] nuestros abuelos no conocían su defensa y las normas de cómo afrontar sus reclamos en el saneamiento físico-legal, por eso nosotros como organización, estamos tratando de aprender acerca de esto”, afirma decididamente Pizarro.
El Taller Multicomunal que se realizó del 10 al 12 de setiembre, en la Comunidad Nativa Marontoari se centró en ello y en la implementación del Plan Estratégico 2017-2026 de OARA. Durante tres días, miembros de seis comunidades (Capirushiato, Marontoari, Monkirenshi, Shimashirinkani, Sampantuari y Sankirosi) ubicadas en las provincias de La Convención (Cusco) y Río Tambo (Junín) buscaron mejorar y fortalecer el funcionamiento de la organización indígena.
La autoridad comunal reconoce la necesidad de establecer vínculos con otras organizaciones para poder alcanzar sus objetivos organizacionales, para Pizarro contar con información es crucial para avanzar “tenemos que buscar alianzas estratégicas para poder encaminar a las comunidades nativas y a los dirigentes de ellas y así, preparándonos, tendremos la certeza de que más tarde nadie nos va a arrebatar nuestro territorio”, enfatiza.
Pensar en el futuro
Los Planes de Vida son otro instrumento de gestión que les ayuda a lograr sus objetivos. Cada una de las seis comunidades antes mencionadas contará con uno. Estos son hechos con y para la comunidad, eso quiere decir que expresan sus ideas y acciones a futuro, para elaborarlo, la participación y el consenso son necesarios.
Este instrumento también les facilita la inversión pública y/o privada, ya que pueden ser incluidos en los planes y programas de desarrollo de los diferentes niveles de gobierno. La utilidad es múltiple, “para poder superarnos, para poder trabajar, para poder ver las necesidades de nuestra comunidad, ver en qué podemos trabajar”, acota Jhonatan Barbosa, jefe de la comunidad Monkirenshi refiriéndose a la importancia de este instrumento.
Jhonatan Barbosa, jefe de la comunidad Monkirenshi.
Los talleres descentralizados que tuvieron por objetivo elaborar los planes de vida de estas comunidades, empezaron el sábado 14 y culminaron el domingo 22 de setiembre.
Todas estas actividades realizadas fueron acompañadas y facilitadas por el Centro para el Desarrollo del Indígena Amazónico (CEDIA), en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de la Organización Asháninka Machiguenga del Río Apurímac (Perú) para la implementación de su Plan Estratégico 2017-2026” llamado también FOCAMARA, financiado por Nouvelle Planète.
FOCAMARA
El proyecto que busca la consolidación del buen vivir de las poblaciones indígenas amazónicas a través del saneamiento territorial, fortalecimiento institucional, gestión comunal de bosques y soberanía alimentaria de las comunidades nativas del río Apurímac (Perú) y que trabaja sobre el saneamiento físico-legal, el fortalecimiento de la OARA, la gestión comunal de bosques para que las comunidades nativas cuenten con plantaciones forestales manejadas y registradas, la soberanía alimentaria y la consolidación de experiencias para que las lecciones aprendidas y las buenas prácticas sean difundidas y replicadas, es el marco de acción para continuar realizando acciones que mejoran y fortalecen a la comunidades indígenas en la VRA.