Con motivo de este premio, celebramos el legado de Lelis Rivera: Un defensor de la Amazonía y los derechos indígenas
Hoy, nos llena de orgullo compartir una noticia muy especial: nuestro fundador, Lelis Rivera, ha sido reconocido con el Premio a la Personalidad Ambiental 2024 en el prestigioso Premio Carlos Ponce del Prado, el mayor galardón en el ámbito de la conservación en Perú.
A lo largo de sus más de 50 años de trayectoria, Lelis ha dedicado su vida a la defensa de los derechos territoriales de los pueblos indígenas amazónicos, protegiendo no solo su territorio, sino también el valioso patrimonio natural de la Amazonía peruana. Su pasión lo llevó a fundar en 1982 el Centro para el Desarrollo del Indígena Amazónico (CEDIA), con la visión clara de que una hectárea titulada en una comunidad organizada es una hectárea ganada para la conservación.
Bajo su liderazgo, se han titulado más de 5 millones de hectáreas en favor de las comunidades indígenas, asegurando su protección frente a las crecientes amenazas extractivas. Además, ha sido pieza clave en la creación de nueve áreas naturales protegidas, incluyendo 3 Parques Nacionales, 1 Santuario Nacional, 1 Reserva Nacional y 4 Reservas Comunales, siendo 3 de estas ANPS parte de la reconocida Lista Verde la UICN por sus buenas prácticas de gestión de los espacios naturales protegidos. Esto ha permitido la consolidación de paisajes bioculturales que no solo preservan ecosistemas biodiversos, sino que también revalorizan la cultura de los pueblos indígenas.
José Martí decía que “Los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas” y esa ha sido la misión de Lelis: formar una muralla de comunidades organizadas, líderes comprometidos y tierras protegidas, todo para defender lo que es invaluable: la vida en la Amazonia.
La visión de Lelis, conocida como «Conservación Participativa», ha marcado un antes y un después en cómo se concibe la relación entre los pueblos indígenas y la conservación ambiental. Su incansable compromiso lo ha llevado a trabajar codo a codo con líderes comunales, federaciones indígenas y organismos internacionales, demostrando que es posible proteger la biodiversidad mientras se revitalizan las culturas ancestrales. Su legado no es solo físico, marcado por las hectáreas tituladas y las áreas naturales protegidas, sino espiritual, encarnado en los pueblos indígenas que pueden mirar al futuro con esperanza.
Uno de los aspectos más sobresalientes del trabajo de Lelis ha sido su enfoque en la protección de los pueblos indígenas en aislamiento y en contacto inicial. Estos pueblos, que eligen permanecer alejados de la sociedad dominante, se encuentran en una situación extremadamente vulnerable frente a las incursiones de madereros ilegales, narcotraficantes y concesiones extractivas. Conscientes de esta situación, Lelis y CEDIA impulsaron la creación de reservas para la protección de estos pueblos, bajo la figura de Reserva Territorial, destinadas a proteger tanto los territorios como la vida de estos pueblos, garantizando la intangibilidad de las áreas donde habitan.
La creación de la Reserva Territorial Kugapakori-Nahua-Nanti, uno de los primeros esfuerzos en este ámbito, fue un proyecto pionero que sentó un precedente importante en Perú y América Latina. En una época en la que poco se sabía sobre estos grupos, y no existían leyes claras para protegerlos, Lelis promovió su establecimiento, demostrando una profunda comprensión de la necesidad de respetar la libre determinación y la situación de aislamiento de estos pueblos y proteger su entorno natural.
Lelis es mucho más que un agente de cambio en el ámbito de la conservación; es un líder que ha inspirado a generaciones de profesionales, activistas y comunidades a seguir su camino. Hoy, más que nunca, su legado vive en cada hectárea de bosque amazónico protegida, en cada comunidad nativa empoderada y en cada paisaje que sigue resistiendo gracias a su trabajo.
Este premio es un homenaje más que merecido a alguien que, con valentía y dedicación, ha dejado una huella imborrable en la defensa de nuestra Amazonía y sus pueblos; ¡Gracias, Lelis, por enseñarnos que el amor por la tierra y la justicia puede transformar el mundo!