Monitoreo y actualización de los Planes Operativos Anuales: La fuerza de la planificación participativa  

Monitoreo y actualización de los Planes Operativos Anuales: La fuerza de la planificación participativa  

Con el propósito de fortalecer la organización comunal e impulsar su desarrollo, se llevaron a cabo los procesos de monitoreo y actualización de los Planes Operativos Anuales (POA) de los Planes de Vida de las comunidades nativas de Palotoa Teparo, Shipetiari y Diamante. Estas jornadas fueron realizadas del 30 de mayo al 5 de junio de 2025, como parte del proyecto «Consolidación del territorio indígena de la cuenca del Alto Madre de Dios», financiado por Rainforest Trust y REWILD. 

El monitoreo y la actualización de los POA son procesos vitales que permiten identificar el avance y el progreso de los objetivos comunales trazados; así como las limitaciones y desafíos encontrados en el camino. A partir de este ejercicio colectivo, es posible replantear lo propuesto, así como reorganizar los esfuerzos y las acciones para alcanzar la visión comunal con una dirección clara.  

Cada jornada se desarrolló en asambleas extraordinarias, espacios donde la comunidad, junto al equipo técnico de CEDIA, evaluó los avances, identificó desafíos y delineó el camino a seguir de junio del 2025 a mayo del 2026, todo bajo un enfoque participativo para asegurar que los nuevos propósitos respondan a las necesidades reales y aspiraciones de cada comunidad. 

Foto: David Rivera / Comuneros de la CN Shipetiari durante la Asamblea Extraordinaria de su comunidad.

Como lo explica Barbara Alagon, especialista social del CEDIA: “Cada año se realiza una asamblea en la que todos los comuneros participan evaluando las actividades que se propusieron en el POA anterior y escogen las actividades que los acercarán a la visión que se plantearon en sus Planes de Vida. Son los comuneros y comuneras quienes deciden, con un acompañamiento, qué actividades y cuántas planean realizar por año. Se pasa por un proceso de reflexión pues se debe evaluar el contexto, los aliados y las prioridades para poder escoger las actividades que se proponen realizar”. 

En la comunidad de Palotoa Teparo, la Asamblea General Extraordinaria, contó con la participación de 47 comuneros y comuneras y se identificó que, a pesar de los retos, se lograron concretar 14 de las 59 actividades contempladas en su Plan de Vida, lo que representa un avance de casi el 24%. Dentro de los logros, actividades como el techado del albergue comunal demuestran la capacidad de autogestión de Palotoa Teparo. Para el POA 2025-2026, se ha priorizado la implementación de un botiquín con medicinas, la capacitación de promotores de salud y la recuperación de cuentos y mitos tradicionales, lo que refleja su interés por alcanzar un desarrollo integral. 

Por su lado, la Comunidad Nativa Shipetiari llevó a cabo su asamblea con la participación de 38 personas. Durante la evaluación se evidenció un avance del 34% de las actividades planteadas, lo que representa 22 actividades concretadas de un total de 64. Entre los logros se destacan el mantenimiento parcial del albergue Pankotsi y avances en el diagnóstico para la ampliación de su territorio comunal.  

En cuanto al periodo 2025-2026, se han priorizado actividades como la creación de un fondo comunal para la elaboración de artesanía, jornadas de capacitación para el manejo forestal y el fortalecimiento de las capacidades de la Junta Directiva; así como la promoción del uso de nombres Matsigenkas y el intercambio de saberes tradicionales para fortalecer su identidad cultural. 

De manera similar, en la Asamblea Extraordinaria de la Comunidad Nativa Diamante, se contó con la participación de 40 personas y se destacó el avance del 35% de sus actividades, al concretar 23 de las 65 actividades planificadas en su Plan de Vida. Entre los logros destacados se encuentran la construcción de pozas para piscicultura y la adquisición de equipos para la cadena de valor de la castaña.  

Foto: Barbara Alagon / David Rivera, director de capacitación y fortalecimiento del CEDIA, durante la Asamblea General Extraordinaria de la CN Diamante.

Para el periodo 2025–2026, Diamante ha incluido la creación de un fondo comunal de apoyo a grupos vulnerables como madres solteras, ancianos, niños huérfanos, etc; el impulso de la piscicultura y la reactivación del proyecto REDD+RIA que busca garantizar la conservación de los bosques comunales, con el propósito de asegurar el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental de su comunidad de manera progresiva. 

Sin embargo, a pesar del entusiasmo y el compromiso de las comunidades, el camino que atraviesan para lograr implementar sus POA con eficiencia, no está exento de desafíos, ya que se evidencia una tendencia clara: las acciones que dependen directamente de la organización y el esfuerzo interno de la comunidad avanzan a buen ritmo, por el contrario, aquellas que requieren de una contraparte externa o de recursos adicionales, suelen enfrentar demoras o quedar en proceso, como la ampliación de los territorios comunales y obras de infraestructura, como la electrificación o el agua potable. 

Aún con los obstáculos burocráticos y financieros que limitan el desarrollo de muchas comunidades amazónicas, Palotoa Teparo, Shipetiari y Diamante tienen una visión clara de su futuro y están comprometidas a alcanzar una mejor calidad de vida para sus comunidades y, para lograrlo, tienen claro que deben estar fortalecidas y contar con instrumentos de gestión sólidos que orienten sus acciones.  

Foto: Barbara Alagon / Comunera participando en el establecimiento de los nuevos objetivos del Plan Operativo Anual 2025-2026 de la CN Palotoa Teparo.

En ese sentido, las jornadas de monitoreo y actualización de sus POA, no solo les permite reorganizar y reorientar sus objetivos y actividades, sino también mirar los logros alcanzados y construidos, a partir de sus fortalezas colectivas, impulsándolos a la gobernanza autónoma de sus territorios. 

Como señala Diego Rivera, especialista social del CEDIA: “El monitoreo y la actualización de los POA es fundamental para las comunidades porque les permite hacer un alto en el camino, mirar lo que han logrado, lo que aún falta, y ajustar el rumbo según sus propias prioridades y realidades. No se trata solo de cumplir actividades en un papel, sino de fortalecer su organización, reconocer los esfuerzos comunales y seguir construyendo el futuro que desean”. 

Redacción: Helen Quiroz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *